Mientras inspeccionan la cámara podemos disfrutar de unos primeros planos poco habituales de estos bellos animales en libertad.
La cierva no pierde de vista a su intrépida cría.
La madre también siente curiosidad.
Y en esta otra ocasión se acercan de nuevo, pero no atraídas por la cámara, no se fían del otro. Es que parece empeñado en seguirlas.